miércoles, 13 de junio de 2012

Un año de blog.

Hoy mi abandonado blog cumple un año... Cuando lo empecé, lo hice con la idea de escribir todo lo que me esperaba por delante en un verano que, como se preveía, fue increíblemente apasionante... Gran parte de todo lo sucedido, todos esos recuerdos, sensaciones, se quedaron aquí; tanto como de la confirmación, peregrinaciones y demás recuerdos de antes de empezar que aún así siguen dando para tanto... Sin embargo, me gusta pensar que lo mejor de todo siempre me lo guardo para mí y que a pesar de eso, todo lo que escribo lo hago por algo, aunque no lo entienda, ni sepa por qué lo hago...

Me cuesta escribir hoy, mi mente está colapsada de estudios y estrés (a su manera), ya que es la última semana, y no me sale nada decente que valga la pena redactar... Aunque supongo que para agradecer, siempre hay palabras. Quiero agradecer, lo primero, a Patricia (Fiat mihi) por ser la madrina que consiguió animarme a que le dedicase a este espacio el poco esfuerzo que he podido, y porque a pesar del aislamiento total que tengo últimamente y las cosas que debo tanto a ella como a muchos otros, nunca he dejado de leer sus palabras y tenerla presente en mis oraciones, su testimonio y ella como persona es de lo más grande que he visto. Quiero recordar a los demás blogueros que me siguieron de cerca, dejando comentarios, recomendaciones, y que supieron aguantar mi torpeza, mis rayadas, mis estupideces, mis éxitos y fracasos, y todas aquellas cosas que han pasado durante este año, que por lo menos me queda el orgullo de que aquí está lo mejor que he podido escribir, aunque pudiese haber más...

Sigo pensando que las cosas que he escrito durante estas 46 entradas que tengo publicadas forman parte de la misma bola, que sólo he estirado un chicle, y que todos los piropos que he recibido están un poco fuera de lugar; no sé, no es una falsa modestia, es sinceridad, espero que las personas que han sabido dejarme semejantes comentarios y mensajes se aludan y sepan que el que este espacio no este cerrado es por leer sus palabras en malos momentos... "no me cunde en tan pocas palabras decir lo que llevo en el corazón"; "sólo consigo creer cuando leo tus palabras con la sinceridad que las transmites", "honesto, transparente y refrescante"; escribir un post que cale hondo...

Y que, por supuesto, aquellas personas no se hayan olvidado de mí, y que por lo menos sepan que sus palabras supieron darme ánimo cuando sólo escribir en una página lo "ligeros" que eran los problemas de cada uno supo animarme, que Siempre hay algo que decir, título que puse provisionalmente y al final se quedó, volverá a relucir en entradas...

En fin, creo que se notan las horas y el cansancio por lo mal expresado que está ésto (pido disculpas, no es digno del Barça ;) jajaja, como dirían por twitter). Espero que a pesar de todo el tiempo que ha pasado, pueda volver a dedicar tiempo a ésto, porque escribir me encanta, y a pesar de lo flojito que está yendo el año, este verano se presenta, de nuevo, prometedor. Espero que estas ilusiones no acaben como las promesas que suelo hacer de escribir "tal y cual" ;)

Y os dejo con la entrada más leída hasta ahora, no sé si serán las fotos, que lo spammeé demasiado, o que realmente está bien, aunque ahora le veo bastantes errorcillos, y sobre todo, ilusiones de las que hoy no queda nada.
Soy un desastre, pero soy lo que soy

jueves, 7 de junio de 2012

¿Quién?

Quién - Jaula de Grillos

¿Quién? ¿Quién gritará conmigo a pleno pulmón, 
y bailará hasta perder el control?
¿Quién soplará de noche para apagar el Sol?
¿Quién se atreverá a dar un salto sin red,
y a cada segundo dejarse la piel
por todo lo que he sido, soy y seré?
¡Dime quién!

Esta noche he cantado la misma canción 
que recogí de tus labios.
Esta noche he cantado lo solo que estoy.

Me enseñaste a quererte para siempre,
a soñarte sin fin.
En cada caricia me enseñaste a sentir.
Y olvidaste enseñarme a vivir sin ti.

¿Quién va a cubrirme con un caparazón
para espantar fantasmas de alrededor
cuando esté dormido sólo en mi habitación?
¿Quién me llevará a escondidas a ese rincón
que inventamos bajo nuestro edredón
en el que sólo existimos los dos, tú y yo?

Esta noche he cantado la misma canción
que recogí de tus labios.
Esta noche he cantado lo solo que estoy.

Me enseñaste a quererte para siempre,
a soñarte, sin fin.
En cada caricia me enseñaste a sentir.
Y olvidaste enseñarme a vivir sin ti.

Esta noche he pintado el mismo color
que descubrí en tu mirada.
Esta noche he pintado lo solo que estoy.

Quererte, para siempre y soñarte sin fin.
En cada caricia me enseñaste a sentir.
Y pensarte, derrumbarme, cada día, por ti.
Has dejado un hueco tan inmenso en mí.
Ojalá que supiera vivir sin ti.


Me es imposible no escribir la letra de esta canción con todo lo que me transmite... Necesitaba compartirla. Y descubrirla en el nuevo trabajo de Jaula de Grillos, comprar el CD el día que salió a la venta, y tener la fortuna de poder comprarlo con ellos mismos y tenerlo firmado... En fin, es otra historia para otro día, con la que espero explicar un poco por qué esta canción, o a ver lo que sale... ;)
(no pongo la canción porque no la he encontrado en Youtube...)

martes, 5 de junio de 2012

¿Qué decir?

Semanas de ausencias que no se pueden justificar de ninguna manera. Y ahora sólo lo hago porque no quede tan extraño conmemorar el aniversario de un blog, que a pesar del estado de abandono en el que le tengo sumido ahora mismo, me ha dado muchísimas cosas... Mucho ánimo, muchísimo desahogo, y grandes tardes de rayadas, recuerdos, y de volcar lo mejor que ha pasado por mi vida en esas fechas en las que valía la pena contarlo todo.

Sin embargo, el abandono no quiere decir que no haya pensado en escribir. Simplemente, no tenía, y creo que aún tampoco tengo, motivos por los que escribir. Con el paso de estos meses he visto cómo iban cayendo los muros que tanto me costó levantar. Cómo mi fuerza de voluntad no tiene nada que hacer contra la providencia, contra una voluntad de Dios que me descoloca...

La Semana Santa supo llenar, pude vivirla con sinceridad y cómo se debe vivir, a pesar de no hacer lo típico. El inconveniente ha sido no saberlo llevar al mundo. Luchar contracorriente por unos sueños a los que debí renunciar antes de que me afectasen tanto. Javier sólo sirvió para eso. Renunciar, como otras tantas veces, a uno de los propósitos más sinceros que me había marcado en mucho tiempo.

Poco queda ya de todo. Centrar la conciencia en lo que tengo que hacer tampoco sirve para que las otras cosas que deberían subir, por equilibrar la balanza, funcionen. Ni siquiera escribir funciona. Desahogar pura y duramente lo que siento, sólo serviría para abrir debates en frentes en los que no vienen al cuento. Pero, aunque me duela expresarme así, mierda hay para sacar prácticamente por todos lados. Y también para arrearme a mí, eso lo aseguro con certeza...

A pesar de todo, estoy seguro de que publicar ahora aquella crónica de la Javierada que está perdida entre apuntes de mates y filosofía, para no decir nada bueno, no merece la pena...

No sé para que servirá esta entrada. Supongo que avivaré esa llama que me impulsó a escribir hace ahora 358 días. En aquel momento, sólo miraba al futuro con las mayores ganas de comerme el mundo. Ahora, sólo lo puedo comparar con los restos de aquellos regalos tan grandes que recibí el verano pasado...

Y si hace unos meses, mientras improvisaba una entrada amarga, la JMJ coloreaba el final de una serie de palabras tristes; hoy me va a tocar contener, a lo bestia, como una bomba, no acabar este extraño retorno de una manera opuesta. Dos palabras:

Manda cojones...