martes, 14 de agosto de 2012

Hora de cerrar definitivamente el blog...

Creo que me va a costar mucho escribir esta entrada. Posiblemente, ésta sea la última entrada que escribo en Siempre hay algo que decir... He decidido poner un punto y final a ésto, ya que me parecía ridículo mantener un blog para escribir reflexiones cutres que formen parte de la misma bola, hacerlo encima tarde, cuando las cosas no tienen sentido, mal, fallando a los seguidores, y llevando la temática a un punto en el que si no podía escribir sobre algún asunto de la Iglesia o de Dios (sin tener ni idea como tengo), no podía escribir nada.

No descarto que si en algún momento es necesario gritar algo al mundo, usar este blog para hacerlo, pero si no lo he hecho estos dos últimos meses, no creo que lo haga ahora. Quiero agradecer todo el apoyo que he tenido por parte de los que han sido lectores, los que recomendaban mis entradas y los que me transmitían sus sensaciones a través de los 49 comentarios que he tenido, durante 47 entradas. No me parece un número muy grande, pero también hay unos cuantos posts que se quedaron en el borrador, y ahí quedarán...

En este espacio se quedan narrados los mejores momentos de mi vida, de un 2011 que no olvidaré nunca, y los mejores resúmenes de Santiago que surgieron conmemorando el aniversario el año pasado, con entradas que ocupaban folios y folios... Agradezco mucho todos los galardones que se adjudicaron a mis palabras, y sobre todo, a las personas que veían algo bueno en aquello que había escrito yo...

Y bueno, el que quiera no perderme la pista, he comenzado un nuevo proyecto, en el que espero escribir con más rutina y con menos tabús de lo que lo he hecho aquí. Para lo que queráis, http://rinconnaranja.blogspot.com 

viernes, 27 de julio de 2012

Resumen de la Javierada, hoy...

No hace mucho hablaba de lo desordenado que soy, o al menos volvía a hacer referencia a ello... Hoy, de la manera más tonta, he recordado una de las entradas que más me costó sacar, y que anda traspapelada en mi cuaderno de lengua, después de estar escrita... Dios sabrá desde cuando, yo desde luego, no. Es una entrada que resumía perfectamente lo que fue esta última Javierada para mí. Hoy, tras leerla de nuevo y lamentando el identificarlo todo, pienso que escribirla fue la opción más sutil de cómo callar mi corazón. Un mundo en el que, sinceramente, paso de entrar, porque de hacerlo, se me pasarían las 3 de la mañana escribiendo y sin conseguir concretar en nada. Sin más, transcribo literalmente mis palabras, escritas en clase por la ausencia de un profesor...

Mirando con perspectiva la Javierada

Hoy es la fecha límite que me autopropongo para escribir sobre la Javierada (JAJAJAJAJA)... ¿Algo en especial? Me he demorado bastante (creo que me ahorraré todos los JAJAJAJA, pero bueno, imaginadlos si sigo este rollo) en escribirlo porque tenía ya escrito un largo resumen que me ha echado para atrás, demasiado irrelevante para las cosas que han acontecido, a pesar de narrar todo lo ocurrido...

La pasada peregrinación quedará en mi recuerdo, como todas, con una sonrisa que se empaña al compararla con otras "ediciones" (qué manera más cutre de clasificarlas cuando realmente ninguna peregrinación tiene NADA que ver con las otras, aunque éso ha quedado clarísimo esta vez). Una peregrinación distinta...
Distinta a las ilusiones con las que la esperábamos meses atrás, distinta a la hora de su desarrollo, distinta en la manera y a la hora de vivirla, antes y después...

Quizás el reto más grande que tenía que superar este viaje, aparte de la alargadísima sombra de las anteriores, era la capacidad de estar por encima de las ausencias que se presentaban, y que para mí marco todo. Pero considero más pesada la ausencia de tener a mi gente cerca y no tener la más mínima opción de hablar con ellos. ¿Por qué?... 
Sí, lo importante de la peregrinación es Jesús, y es muy difícil no llegar a Él en ese ambiente, pero cuando las personas que con más facilidad te acercaban a Él fallan, ¿qué queda? Quizá sólo el papel protagonista de responderte individualmente la pregunta que te hace en este viaje... ¿Quién eres Tú?, desde todas las perspectivas que nos da... (no me juzguéis por la estupidez que contiene este párrafo, eran otros tiempos).

Peregrinación que quedará en mi memoria por las ausencias; por las aventuras de Johny y Cuqui; por ser la primera vez que camino bajo la lluvia; por estar junto a 470 jóvenes asfixiados en la capilla, mojados tras más de hora y media de bendiciones a lo Cuatro Vientos, cantando a una voz Alma Misionera (una de las mil veces que la cantamos, como si no hubiese más temas ._.); por el Ella quieere un pedaaasssoo; por el Rugby Bird, por contener la euforia de la victoria del Real Madrid en el clásico bajo una impotente decepción; por volver a escuchar una necesitada homilia de las que marcan, en plan Quini en Guadalupe 2010...

Por todas aquellas cosas que quedan en nuestro recuerdo, para bien o para mal; por las que prefiero guardar para mí...

Termino recordando una frase de una gran amiga que pasea por mi cabeza desde que surgió hace meses en una conversación... Vivo con miedo de esperar la Javierada con toda mi alma y que después todo siga igual, la misma mierda y rayadas, que nada mejore...

Cuesta acabar con esta frase, pero, después de Javier, ¿qué?

-Antes de nada, creo que me alegra haber cambiado la perspectiva bastante... Supongo que se entiende decentemente por qué estas palabras estaban guardadas en un cajón, ¿no? Os dejo un anexo ;) -


miércoles, 13 de junio de 2012

Un año de blog.

Hoy mi abandonado blog cumple un año... Cuando lo empecé, lo hice con la idea de escribir todo lo que me esperaba por delante en un verano que, como se preveía, fue increíblemente apasionante... Gran parte de todo lo sucedido, todos esos recuerdos, sensaciones, se quedaron aquí; tanto como de la confirmación, peregrinaciones y demás recuerdos de antes de empezar que aún así siguen dando para tanto... Sin embargo, me gusta pensar que lo mejor de todo siempre me lo guardo para mí y que a pesar de eso, todo lo que escribo lo hago por algo, aunque no lo entienda, ni sepa por qué lo hago...

Me cuesta escribir hoy, mi mente está colapsada de estudios y estrés (a su manera), ya que es la última semana, y no me sale nada decente que valga la pena redactar... Aunque supongo que para agradecer, siempre hay palabras. Quiero agradecer, lo primero, a Patricia (Fiat mihi) por ser la madrina que consiguió animarme a que le dedicase a este espacio el poco esfuerzo que he podido, y porque a pesar del aislamiento total que tengo últimamente y las cosas que debo tanto a ella como a muchos otros, nunca he dejado de leer sus palabras y tenerla presente en mis oraciones, su testimonio y ella como persona es de lo más grande que he visto. Quiero recordar a los demás blogueros que me siguieron de cerca, dejando comentarios, recomendaciones, y que supieron aguantar mi torpeza, mis rayadas, mis estupideces, mis éxitos y fracasos, y todas aquellas cosas que han pasado durante este año, que por lo menos me queda el orgullo de que aquí está lo mejor que he podido escribir, aunque pudiese haber más...

Sigo pensando que las cosas que he escrito durante estas 46 entradas que tengo publicadas forman parte de la misma bola, que sólo he estirado un chicle, y que todos los piropos que he recibido están un poco fuera de lugar; no sé, no es una falsa modestia, es sinceridad, espero que las personas que han sabido dejarme semejantes comentarios y mensajes se aludan y sepan que el que este espacio no este cerrado es por leer sus palabras en malos momentos... "no me cunde en tan pocas palabras decir lo que llevo en el corazón"; "sólo consigo creer cuando leo tus palabras con la sinceridad que las transmites", "honesto, transparente y refrescante"; escribir un post que cale hondo...

Y que, por supuesto, aquellas personas no se hayan olvidado de mí, y que por lo menos sepan que sus palabras supieron darme ánimo cuando sólo escribir en una página lo "ligeros" que eran los problemas de cada uno supo animarme, que Siempre hay algo que decir, título que puse provisionalmente y al final se quedó, volverá a relucir en entradas...

En fin, creo que se notan las horas y el cansancio por lo mal expresado que está ésto (pido disculpas, no es digno del Barça ;) jajaja, como dirían por twitter). Espero que a pesar de todo el tiempo que ha pasado, pueda volver a dedicar tiempo a ésto, porque escribir me encanta, y a pesar de lo flojito que está yendo el año, este verano se presenta, de nuevo, prometedor. Espero que estas ilusiones no acaben como las promesas que suelo hacer de escribir "tal y cual" ;)

Y os dejo con la entrada más leída hasta ahora, no sé si serán las fotos, que lo spammeé demasiado, o que realmente está bien, aunque ahora le veo bastantes errorcillos, y sobre todo, ilusiones de las que hoy no queda nada.
Soy un desastre, pero soy lo que soy

jueves, 7 de junio de 2012

¿Quién?

Quién - Jaula de Grillos

¿Quién? ¿Quién gritará conmigo a pleno pulmón, 
y bailará hasta perder el control?
¿Quién soplará de noche para apagar el Sol?
¿Quién se atreverá a dar un salto sin red,
y a cada segundo dejarse la piel
por todo lo que he sido, soy y seré?
¡Dime quién!

Esta noche he cantado la misma canción 
que recogí de tus labios.
Esta noche he cantado lo solo que estoy.

Me enseñaste a quererte para siempre,
a soñarte sin fin.
En cada caricia me enseñaste a sentir.
Y olvidaste enseñarme a vivir sin ti.

¿Quién va a cubrirme con un caparazón
para espantar fantasmas de alrededor
cuando esté dormido sólo en mi habitación?
¿Quién me llevará a escondidas a ese rincón
que inventamos bajo nuestro edredón
en el que sólo existimos los dos, tú y yo?

Esta noche he cantado la misma canción
que recogí de tus labios.
Esta noche he cantado lo solo que estoy.

Me enseñaste a quererte para siempre,
a soñarte, sin fin.
En cada caricia me enseñaste a sentir.
Y olvidaste enseñarme a vivir sin ti.

Esta noche he pintado el mismo color
que descubrí en tu mirada.
Esta noche he pintado lo solo que estoy.

Quererte, para siempre y soñarte sin fin.
En cada caricia me enseñaste a sentir.
Y pensarte, derrumbarme, cada día, por ti.
Has dejado un hueco tan inmenso en mí.
Ojalá que supiera vivir sin ti.


Me es imposible no escribir la letra de esta canción con todo lo que me transmite... Necesitaba compartirla. Y descubrirla en el nuevo trabajo de Jaula de Grillos, comprar el CD el día que salió a la venta, y tener la fortuna de poder comprarlo con ellos mismos y tenerlo firmado... En fin, es otra historia para otro día, con la que espero explicar un poco por qué esta canción, o a ver lo que sale... ;)
(no pongo la canción porque no la he encontrado en Youtube...)

martes, 5 de junio de 2012

¿Qué decir?

Semanas de ausencias que no se pueden justificar de ninguna manera. Y ahora sólo lo hago porque no quede tan extraño conmemorar el aniversario de un blog, que a pesar del estado de abandono en el que le tengo sumido ahora mismo, me ha dado muchísimas cosas... Mucho ánimo, muchísimo desahogo, y grandes tardes de rayadas, recuerdos, y de volcar lo mejor que ha pasado por mi vida en esas fechas en las que valía la pena contarlo todo.

Sin embargo, el abandono no quiere decir que no haya pensado en escribir. Simplemente, no tenía, y creo que aún tampoco tengo, motivos por los que escribir. Con el paso de estos meses he visto cómo iban cayendo los muros que tanto me costó levantar. Cómo mi fuerza de voluntad no tiene nada que hacer contra la providencia, contra una voluntad de Dios que me descoloca...

La Semana Santa supo llenar, pude vivirla con sinceridad y cómo se debe vivir, a pesar de no hacer lo típico. El inconveniente ha sido no saberlo llevar al mundo. Luchar contracorriente por unos sueños a los que debí renunciar antes de que me afectasen tanto. Javier sólo sirvió para eso. Renunciar, como otras tantas veces, a uno de los propósitos más sinceros que me había marcado en mucho tiempo.

Poco queda ya de todo. Centrar la conciencia en lo que tengo que hacer tampoco sirve para que las otras cosas que deberían subir, por equilibrar la balanza, funcionen. Ni siquiera escribir funciona. Desahogar pura y duramente lo que siento, sólo serviría para abrir debates en frentes en los que no vienen al cuento. Pero, aunque me duela expresarme así, mierda hay para sacar prácticamente por todos lados. Y también para arrearme a mí, eso lo aseguro con certeza...

A pesar de todo, estoy seguro de que publicar ahora aquella crónica de la Javierada que está perdida entre apuntes de mates y filosofía, para no decir nada bueno, no merece la pena...

No sé para que servirá esta entrada. Supongo que avivaré esa llama que me impulsó a escribir hace ahora 358 días. En aquel momento, sólo miraba al futuro con las mayores ganas de comerme el mundo. Ahora, sólo lo puedo comparar con los restos de aquellos regalos tan grandes que recibí el verano pasado...

Y si hace unos meses, mientras improvisaba una entrada amarga, la JMJ coloreaba el final de una serie de palabras tristes; hoy me va a tocar contener, a lo bestia, como una bomba, no acabar este extraño retorno de una manera opuesta. Dos palabras:

Manda cojones...


jueves, 19 de abril de 2012

Como si no hubiese pasado el tiempo... Previa de la Javierada

Abrimos el armario y buscamos en el fondo algo especial. Muevo a un lado las perchas, y encuentro dentro del baúl mi querida mochila roja… Toca quitarle un poco el polvo, vaciar lo que hay dentro y prepararla para darle de nuevo uso. Ésta vez para que haga honor a su nombre: Mochila del peregrino (y no del voluntario, aunque también viene a ser lo mismo, ¿no?).

Comenzamos a vaciarla, y lo primero que sale es la pañoleta del campamento de Anleo. Con su amarillo pollo, y el nombre de mi grupo de niños inscrito en letras de fuego, los Lima Limón (aunque de lima nada de nada jajaja). Creo que va a ser imposible no detenerse a soltar un suspiro y recordar donde ha estado cada objeto cada vez que saque algo. Llevarla colgada por el cuello al estilo pirata, prestársela a algún niño despistado que aparezca sin ella para evitar que pierdan puntos… Por muy grandes que sean todos los que representa, son sólo recuerdos de 9 días geniales que hoy quedan un poco lejos…

Tras la pañoleta aparece un gorro rojo de la JMJ que no me entra en la cabeza, no porque me turbe el pensamiento, sino porque es de talla de bebé, por favor… Pero tras él, sale el verde, el de voluntario. El gorro de Mihaid- es el primer pensamiento que me viene a la cabeza-. Mihaid… “¡Kenneth, déjales! ¡Qué se busquen la vida!”. Y una sonrisa aparece en mi boca, cuando empiezo a recordar todas las frases míticas que marcaron aquellas 2 jornadas en Cuatro Vientos… A lo tonto, el gorrito me ha recordado tantas cosas tan extensas como para añadirlas aquí…

Después aparecen dos pañoletas, made in Italy, con un logo de la JMJ y un famiglia francescana impreso. Una morada, hallada entre los desperdicios que dejaron los italianos en la Solidaridad; y otra naranja, recuerdo de Elisabetta, y al verla en mis manos recuerdos sus palabras… Esta pañoleta es única, somos los únicos italianos que las tenemos porque somos los únicos franciscanos, y quiero que la tengas tú… Pero es un objeto que no se me hace tan extraño, ya lo llevé a Guadalupe a principios de octubre, para tener un recuerdo suyo conmigo, y porque su color naranja concuerda tanto con el del Bus 13 de Santiago (espero no irme ahora por otro lado jajaja =) ).

Y lo último que sale del bolsillo grande es una bandera de Italia que encontré también entre los desperdicios del alojamiento… Tenía un increíble nudo hecho que me llevó varios días deshacer, para luego encontrarme que tiene una horrorosa mancha de tinta azul que no quedó en la lavadora, y que supongo se deberá quedar ahí…

De otros bolsillos aparecen todas las guías que ya estaban olvidadas; eventos, restauración, consejos, Madrid, plano del metro, el libro del peregrino… Y del último, aparece la pintura de la bandera de España que compré en la tienda de la Gran Vía y la medicina… Nadie tiene amor + grande… Que sigue en su caja, ya que yo siempre llevo conmigo la que me dieron en Santiago… Qué pequeño regalo tan simple y tan grande…

Después de vaciar la mochila, toca pensar con que la llenaré ahora, para darle bien el uso de Mochila del peregrino. Esta vez nos llama la peregrinación al Castillo de Javier. Un lugar conocido de donde guardo muchos de los mejores recuerdos que tengo, de las dos visitas anteriores, que aún así, rememorándolas ahora me parecen miles y miles…
Cada uno sabrá como vive cada Javierada, pero yo tengo bien claro que mis andares anteriores conllevaron consigo un cambio increíble. Una felicidad única, unas amistades inseparables, una fe que, desde entonces, no me quita nadie. Puede que a veces se olvide, o que queden de lado todos aquellos sentimientos que son capaces de conseguir lo imposible y de iluminar lo más oscuro, pero siempre vuelven, siempre vuelve Él para cambiarlo todo...

La situación de esta Javierada es distinta a las anteriores. Las otras dos veces supusieron el punto de inflexión que marcaron todo el año. La línea de salida a experiencias tan grandes como la peregrinación a Santiago en 2010, o la JMJ el año pasado. En esta ocasión llega como un final a un camino que hemos seguido solos… Y su contexto es tan diferente, que me hace reflexionar más de mil maneras cómo vivirla. Yo solía ser el que llegaba hecho polvo y encontraba allí los mejores motivos para darlo todo. Ahora los motivos los tengo encontrados, la conciencia la tengo en su sitio, las intenciones, las voluntades y las esperanzas, están esperando algo tan necesario que me cuesta creer como ahora mismo mantengo esta llamita sin ello. Supongo que en ese sentido habré aprendido y madurado durante este último año, pero eso no me quita la inmensa necesidad que tengo de esta peregrinación.

Faltan muchos. Muchísimos. Personas que desde que llegaron a mi vida nunca habían dejado de acompañarme en mi camino, haciendo cada paso más y más único. Y ahora que no van a estar, no quiero hacer pronósticos, porque sin duda serían negativos… No quiero gafismos, sólo quiero echarles de menos, y volver a vivir lo antes posible algo tan grande juntos, sea en una peregrinación diocesana, o lanzándonos a la aventura…

Al final, la mochila ya tiene lo necesario, aunque falten algunas cosillas sueltas... Esta vez, en vez de una pañoleta naranja (que supongo también llevaré) irá conmigo el Angry Bird que me regaló Peter... =).

Pero en ella también va una chapita de la Virgen, todas las malas sensaciones que inundan mi pensamiento, las decepciones que me he llevado y he causado a los demás (para dejarlas delante del Cristo sonriente) y la ilusión, de que de nuevo vivamos algo grande, progrese y luche hasta el final por lo que de verdad quiero.

Supongo que es una manera extraña de romper el silencio, ésto de volver a un blog “autobiográfico” pegando un salto de tres meses como si nada… Si alguien esperaba algo distinto, siento no ser capaz de escribir todo lo que pasa por mi cabeza, tres meses en los que todo queda en ella son demasiado, así ni yo me comprendo... Gracias a los que le echéis ganas a leer esta entrada, será que después de este tiempo seguíais esperando algo de mí.

miércoles, 25 de enero de 2012

Un mechero sin chispa

(Antes de nada, avisar que la entrada es el resultado de una serie de días grises, que llevo con ella escrita varios días sin poder publicarla por falta de tiempo, y que lo voy a escribir porque considero que forma parte de la historia que llevo en este blog, no porque lo sienta, ya que gracias a Dios puedo gritar que estoy feliz).

Un mechero sin chispa. Después de dos semanas sin escribir, de dar muchas vueltas a la cabeza en días cortos, semanas efímeras, momentos extraños que mirando atrás ves tan lejos y vetustos, ese es el símil que mejor representa lo que siento ahora, supongo... Son ya muchos días los que llevo deshaciendo y repitiendo mis pasos, varias veces al día, por el lugar de siempre, el mismo tramo que recorría el día de mi confirmación, pero esta vez sin un sol que pueda cegarme y desafiarme a andar a ciegas, sino envuelto en la oscuridad invernal que nos rodea a mitad de la tarde desde hace ya varios meses...


Días vacíos en los que nada ni nadie me comprende o anima, en los que hasta Twitter cansa. Días en los que las personas que quieres y que necesitas te niegan y te impiden cumplir el único propósito de este año. Aunque, siempre que aparece desde un perfil social mío una frase negativa, como "my only friend, the end" de la canción de The Doors, ya hay motivos para que las personas que me quieren se preocupen y salten por mí en ese mismo instante...


Otro motivo, quizás, por el que mi mechero no da chispa, es por la persecución religiosa de la que ya hablé en Twitter y en alguna entrada anterior, y que están soportando mis hombros. Me sorprende la hipocresía de "esos" que se creen muy libres y justos pero no son capaces de tratar a los demás con el mismo respeto que se les brinda, faltando al respeto, a las creencias y justificando sus actos bajo su ideología, que sin ninguna discusión, consideran verdadera...

Y prefiero dejar en ese punto el resumen de éstos días. Afortunadamente escribí eso el domingo, y antes de pensar publicarlo alguien fue capaz de darme una bofetada hipotética recordándome que un cristiano nunca debe ser pesimista, nunca, nunca, nunca... Y para terminar de abrir los ojos, el super rap de Blanca me recordó que Él evita que se tuerza mi vida, mi camino y que al andar siempre sonría...


Y sólo en dos días se ha visto como el optimismo cambia todo el panorama. Si relatase tooodo lo sucedido con todo detalle para acercar al máximo mi situación, además de exceder mi autobiografía acabaría escribiendo un post demasiado exteeenso... Pero lo esencial es que sólo teniendo fe en que un cristiano nunca está solo, pero si está con grandes amigos, mejor...


*Las malas situaciones que describo están en su mayoría solucionadas, por lo menos la que más me podía preocupar, que es la persecución religiosa ;)*

lunes, 9 de enero de 2012

Dejando atrás el mejor año...

Es un poco irónico que tenga más de 2 semanas de tiempo libre para dedicar un poco al blog y apenas escriba y que lo haga cuando comienza la vuelta a la rutina y tenga que esperar casi 24 horas hasta poder publicarlo... Y para colmo, pasarme sin hacerlo diez días, otra vez... Pero bueno, me alegra poder romper el silencio, y encomendar el año nuevo bajo un propósito principal que debí asumir antes.

Se puede mejorar un año inmejorable. Y no es una pregunta, es una afirmación evidente. Después de meditar el balance del 2011 llegué a varias conclusiones, algunas ya las conocía de antes aunque no había sido capaz de aplicarlas, y otras llegaron más apuradas... A la espera de que me llegase una fuente de inspiración milagrosa para escribir en el blog, tuve tiempo para reflexionar más y escribir (en tuenti) un post que titulé "Las mentiras del año"; bonita entrada, enorme el arrepentimiento que tengo ahora (por las maneras en las que lo dije, no por lo que escribí) y sufrimiento inmerecido el que provocó. Algunas era necesario mencionarlas, aunque otras de las 12 que escribí fueron un completo error de desahogo, sobre todo, al salpicar a dos personas en exceso.

La primera autora de las mentiras y principal víctima de mis palabras se mantuvo al margen y pasiva ante ellas, como siempre, como lo lleva haciendo los últimos 6 meses, ajena a todas aquellas palabras que puedan ir dirigidas a ella, o como mucho poder influirla (cosa que, a la vista de los resultados, veo que no ha sucedido).

La reacción de la segunda de esas personas contuvo la ira y el desahogo que tanto extrañé en la anterior. A pesar de que su reacción se hiciese esperar al nuevo año y de que no fuese capaz de afectar al estado de desconexión lógica, humana y total que he padecido estas fiestas, por mucho que me duela reconocerlo, algo de razón había en sus palabras. Y en ellas estaba escrito indirectamente el propósito que debía asumir para este año, la razón suficiente para que 2012 deje un recuerdo mejor que 2011: Ayudar y dar el máximo por los demás.

Y para cumplir ese único propósito creo que no he esperado nada, y las sensaciones que me han dejado son tan apasionantes... La mejor manera de cumplirlo ha sido hacer realidad la promesa que le hice a una de las mejores y más importantes personas que hay en mi vida, el regalo de hacerla sonreír (entre otras cosas) me da más fuerza para ayudar a los demás y dar lo mejor de mi mismo en todo momento.

Así que aunque este año no vaya a Roma (previsiblemente xD no se saben las vueltas que da la vida), ni haya una JMJ ni un evento que pueda marcar desde YA en el calendario, que se prepare el mundo, porque pienso darlo todo por mejorar el increíble balance de 2011 y corresponder con actos a aquellos que se lo merecen, lo necesiten, y sobre todo, a los que tanto han hecho por mi.