domingo, 2 de octubre de 2011

Glorificad a Dios con vuestra vida.

Y ahora toca buscar las palabras que hagan que esto valga la pena. He aprendido muchísimas cosas este fin de semana en Guadalupe... No pienso dejar que el estilo de vida actual de la sociedad, en la que sólo tiene valor el número de "niñas" con las que te enrollas; en la que la felicidad sólo se encuentra en el fondo de un vaso; donde tienes que esperar a que te contagien una ETS para darte cuenta de lo importante que es tu vida, y contando con que recapacitásemos sobre eso... La verdad, he aprendido mucho. Porque es una pena que peregrinaciones tan intensas como ésta sólo haya dos al año, y que tanta gente se quede sin ir, pero como vengo sabiendo, Cristo no está sólo en las peregrinaciones, y esa felicidad no se queda allí, sino que se la trae uno... Porque está en todos los lugares del mundo en los que te decides a marcar esa diferencia convirtiendo esa felicidad y a Jesús en tu seña de identidad, y no permitir que tus principios, los correctos y los que de verdad nunca te van a fallar, se encojan... Es en las situaciones difíciles, ante la rutina de una sociedad que "cree" no necesitar a Cristo y ser feliz, en las que uno tiene que tener más claro cual es la mano que le da de comer...

Lo leíamos en la catequesis del viernes (después de que consiga escribir todo lo que necesito haré el diario ^^), las palabras que Benedicto XVI dirigió al mundo entero el pasado martes 18 de agosto en la plaza de Cibeles... No se puede vivir en un mundo sin Cristo, sin justificaciones, sin verdaderos motivos que te convezcan de por qué estas aquí, y que quiere Dios que hagas en tu vida. Porque él tiene que ser nuestra piedra angular, sobre el que fortalezcamos nuestra Fe y nuestra vida; la predisposición, la manera de escribir tus caminos, y las señales que permiten saber elegir en aquellas decisiones trascendentales en nuestra vida, y que marcan puntos de inflexión tan importantes como opuesto puede ser el resultado de una mala elección. Malas elecciones, errores, que se producen cuando no se tiene un juicio objetivo y valorativo de la realidad, para poder permitirnos elegir que es lo que realmente queremos en nuestra vida y nos va a dar una felicidad  perecedera y verdadera.

Y aquí os dejo el texto de la catequesis del viernes, la verdad, MUY digno de leer y reflexionar... Es más que sublime... Y ya continuaré relatando...


''''Al edificar sobre la roca firme, no solamente vuestra vida será sólida y estable, sino que contribuirá a proyectar la luz de Cristo sobre vuestros coetáneos y sobre toda la humanidad, mostrando una alternativa válida a tantos como se han venido abajo en la vida, porque los fundamentos de su existencia eran inconsistentes. A tantos que se contentan con seguir las corrientes de moda, se cobijan en el interés inmediato, olvidando la justicia verdadera, o se refugian en pareceres propios en vez de buscar la verdad sin adjetivos.

Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos.
Desearían decidir por sí solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento. Estas tentaciones siempre están al acecho. Es importante no sucumbir a ellas, porque, en realidad, conducen a algo tan evanescente como una existencia sin horizontes, una libertad sin Dios. Nosotros, en cambio, sabemos bien que hemos sido creados libres, a imagen de Dios, precisamente para que seamos protagonistas de la búsqueda de la verdad y del bien, responsables de nuestras acciones, y no meros ejecutores ciegos, colaboradores creativos en la tarea de cultivar y embellecer la obra de la creación. Dios quiere un interlocutor responsable, alguien que pueda dialogar con Él y amarle. Por Cristo lo podemos conseguir verdaderamente y, arraigados en Él, damos alas a nuestra libertad. ¿No es este el gran motivo de nuestra alegría? ¿No es este un suelo firme para edificar la civilización del amor y de la vida, capaz de humanizar a todo hombre?
Queridos amigos: sed prudentes y sabios, edificad vuestras vidas sobre el cimiento firme que es Cristo. Esta sabiduría y prudencia guiará vuestros pasos, nada os hará temblar y en vuestro corazón reinará la paz. Entonces seréis bienaventurados, dichosos, y vuestra alegría contagiará a los demás. Se preguntarán por el secreto de vuestra vida y descubrirán que la roca que sostiene todo el edificio y sobre la que se asienta toda vuestra existencia es la persona misma de Cristo, vuestro amigo, hermano y Señor, el Hijo de Dios hecho hombre, que da consistencia a todo el universo. Él murió por nosotros y resucitó para que tuviéramos vida, y ahora, desde el trono del Padre, sigue vivo y cercano a todos los hombres, velando continuamente con amor por cada uno de nosotros.'''

Del discurso de Benedicto XVI en el acto de acogida en la JMJ Madrid 2011. Fuente

1 comentario:

  1. Muchas gracias! Nuevamente... me han ayudado tus palabras. La respuesta un poco mas profunda... te la daré por un mensajillo.
    Me alegra leerte.
    Este blog ha cambiado un poquillo, no? Unas hermosísimas frases y un blog que te ayuda (mil gracias). Siento decir que... el twenti le cerré, pero aquí estoy igualmente.
    Espero que hayas descansado un poquillo.
    Un abrazo

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