miércoles, 5 de octubre de 2011

Profundicemos más...

Estreno el nuevo diseño del blog con mucha ilusión. Le había añadido el mismo que a Twitter, pero no me ha terminado de convencer el suprimir los lunares... Pero bueno, necesitaba la lista de Frases inolvidables para tener siempre presente todas aquellas citas que son capaces de sacarme una sonrisa...

La verdad, desde Santiago (que todo cambió completamente) cada peregrinación ha tenido algo especial. Y era que a ellas llegaba con algo en el corazón que me fallaba. Pero siempre regresaba a tope, con más Fe y con muchísimas ganas de comerme el mundo, gracias a aquellas personas que hacían que todo ello fuese especial. De la misma manera, mi querida gente de Colme (incluyo a Chinchón, Arganda, etc ahí) y las quedadas con ellos han sido los mayores subidones que he tenido y con ellos he pasado sin ninguna duda los mejores momentos de este año... Aunque para contar todo el año ya habrá tiempo en Navidad (que desde luego será largo), lo importante de ellos es que forman una de las piedras angulares en mi vida. Y aquí llegamos a la catequesis del sábado, en la que comparábamos como eran las experiencias con Dios y sin Dios, y cuáles eran nuestros trucos para acercarnos a él... Y era bien sencillo. Oración y apoyo de grupo. Porque ambas cosas se complementan y son imprescindibles, porque no se puede seguir a Dios solo y sin orar, y el poder compartir un amor tan grande con ellos hace que el mundo sea perfecto, que todo encaje, y que teniendo en cuenta todos estos factores es imposible estar mal y no sentirse querido.

La situación antes de Guadalupe no era una de esas en las que llegaba mal y perdido. Era todo lo contrario. Era llegar a tope por la JMJ (como el año pasado fue con Santiago), y estar dispuesto a lo que sea. Por eso, una de mis intenciones para Guadalupe, era cerrar una herida que llevaba abierta mucho tiempo. Y que quizás esa herida es la causa por la que en un principio empecé a escribir aquí, y era llamar la atención... Quería ir a Guadalupe para arreglar las cosas definitivamente, bueno, no definitivamente, de una pu** vez, tanta indisposición me quemaba demasiado, y la Fe en Jesús me ayudó a sacrificar todo el rencor y el daño de tanto tiempo, para una invitación, que fue rechazada... (ésto no es una bronca, simplemente, es un intento de testimonio...). La diferencia respecto al año anterior fue abismal... Ninguna peregrinación es igual, y el año pasado la catequesis del sábado sólo sirvió para hundirme y demostrar lo mal cristiano que era y lo empachado que estaba de Santiago... Y me hice la propuesta de cambiar de actitud y llegar limpio a la JMJ para darlo todo. Y ese reto también quedó conseguido.. Y esta vez, tenía miedo de que la imagen de la JMJ también fuese equivocada, y que volviese a caer y tropezar...

La verdad, el sábado cambió todo. De primeras, la compañía que habría querido para la peregrinación no habría sido la ideal para guiarme por el camino de la Fe. Y gracias a eso, la situación es la que es, que he reforzado varias amistades IMPRESCINDIBLES en mi vida, y he sembrado el terreno para otras de las que se puede obtener a largo plazo recompensas muy grandes...
Primero con la marcha, luego con la eucaristía, que viví muy intensamente... Se esperaba la visita de Don Rafael, pero finalmente fue Gonzalo, nuestro delegado de Juventud quién la dirigió... Insistió en que podíamos ser santos, y en dejarnos llevar por la virgen...

- El lema de esta peregrinación lo dice todo "yo mismo iré contigo..." (silencio extraño, y él mismo se da cuenta de que se equivoca, pero no lo rectifica...)

Yo mismo iré contigo... Ello me recordó todo Santiago de nuevo... Y en ese momento mi corazón se dio un vuelco, es extraño, pero ahí empecé a vivir intensamente la peregrinación... Y con la catequesis que Manu nos dio después, no sé que palabras añadir, porque fue tan... indescriptible... Pude dar testimonio de como vivo yo mi Fe, y animé a los compañeros de Lega a venir de misión evangelizadora a Fuenla, aunque todo eso habrá que verlo... Todo seguido por una cena con toda mi gente, llamadas telefónicas a casa, a Javi, a Martuky (que no me lo cogió), fotos, chistes, gilipolleces... Seguido por una increíble velada con baile de voluntarios, y una hora santa... Dirigida por el párroco de Boadilla, con el que tan buena relación tengo y que tanto me ayudó en el campamento en julio... Simplemente, todo lo que ocurrió ese sábado consiguen que el 1 de octubre de 2011 quede como uno de los mejores días de mi vida...

Me daba muchísimo miedo no ir en esta ocasión con mi gente, pero los gafes son geniales, y me habría gustado dedicarles más tiempo... Pero creo que habrá más momentos para hacerlo, no me arrepiento de nada, ha sido una peregrinación perfecta a nivel de Fe para mí, y de relaciones con los demás, he fortalecido muchas amistades muy importantes para mí, y aunque han faltado muchísimas personas, les he tenido presentes. La JMJ no fue un error del que podría haber salido herido como de Santiago (interpretando como error la manera de aplicarlo a la rutina, sigo diciendo que Santiago ha sido la mejor semana de mi vida y no lo supera nada), sino el mayor encuentro del que he formado y formaré parte en mi vida, y la peregrinación a Guadalupe sólo consigue animarme Más y más firme en la Fe.

2 comentarios:

  1. Waooo... menudo cambio a este blog. Me gusta, sí señor.
    Y en cuanto a la entrada... ¿qué decir? MUCHAS GRACIAS!!!

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  2. Me gusta el título del blog, me gusta su contenido, me gusta su diseño y me gusta su fiel comentarista, así que con tu permiso lo pongo entre mis favoritos.
    Un saludo

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