jueves, 13 de octubre de 2011

¿Qué esperamos de la rutina?

7:18 de la mañana. El móvil me da los "buenos días" con 'Lo que no ves', de Pol 3.14. Con los ojos cerrados lo detengo, pongo el PIN sin mirar la pantalla y se enciende... Toca desayunar, calentar una taza de los Simpsons (aquella que Jaime me regaló por mi décimo cumpleaños) 1:20 en el microondas, y desayunar, lo más rápido posible, para volver a la cama... Pero con los ojos más abiertos, siempre hay un momento para escribir los "buenos días" en Twitter, y que Javi me los devuelva... Entonces cierro los ojos hasta menos 20, que vuelve a sonar Lo que no ves, y me preparo decentemente para un largo día en el instituto, sobre todo hoy, jueves, que entro una hora antes que todos los demás para dar religión y salgo una hora después... Por el camino toca ir solo, hasta que me encuentro con mis ex-compañeros, repetidores, que también entran a primera, que me recuerdan que "pudiendo entrar a segunda y voy a reli...". Y es llegar al instituto, y clase de religión, día tras día, ver episodios y episodios de C.S.I., pero nunca hasta el final; y como me solía recordar Sergy cada vez que contaba su chiste en Guadalupe y no lo acababa, "os quedáis con la duda (y un grito incomprensible... XD)".

La verdad, día tras día se repite esta rutina. El martes fue un día prácticamente gemelo al de hoy, pero totalmente opuesto en cuanto a sensaciones. Y es que cuando llevas un pensamiento negativo en la cabeza, el día te sale horroroso. Todo lo malo que hay en tu cabeza ocurre. ¿Física es difícil? Peor lo vas a ver...¿Te pesa la mochila? Más te dolerá la espalda cuando llegues a casa. ¿Llegas a casa con un sueño y un cansancio increíble? No serás capaz de cerrar los ojos... Y observas como tu desahogo del día anterior sólo sirve para dejar claro lo ofuscado que estás ante la única cosa que se te ha escapado de las manos en tantísimo tiempo...
Y el jueves te levantas igual. Con el miedo de que se repita un día tan extraño y difícil como el anterior. Pero por una extraña razón, puede que sea el estar preparado para cualquier cosa, o estar dispuesto a no volver a casa con malas vibraciones, el día sale genial. Resuelves todos los problemas de matemáticas. La espalda no te duele más que el otro día. Y una plácida siesta de casi 4 horas te hace volver al mundo real... Y si algo se te escapa de las manos, será que no es para ti...

2 comentarios:

  1. Yo suelo experimentar siempre que nunca las cosas son como me las imagino. Siempre salen mucho mejor. Y hay un consejo de alguien que siempre me ayuda cuando mi cabeza se complica. "Si algo tiene solución, ¿porqué te preocupas? y si no la tiene,¿porqué pierdes el tiempo en ella?"...
    Un abrazo.
    No hay nada que una siesta de 4 horas no repare.

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  2. Yo prefiero no hablar en estos días y en este momento de la rutina porque... "me está matando". Pero bueno, que eso de conocer "tus despertares"... mola jajaja.
    Si me meto una siesta de cuatro horas... no duermo en dos días jajaja.

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