martes, 20 de diciembre de 2011

¿Dónde dejé mis palabras?*

*He corregido los errores que implicaban la malinterpretación, gracias por avisarme, y perdonadme, eran muchos días sin escribir*

Que esta vaya a ser la segunda entrada del mes es triste. Y me fastidia no haber publicado nada, ya que escribí bastantes cosas que me he abstenido de publicar, por control, por privacidad, por evitar más movidas innecesarias, que visto lo visto, no se pueden solucionar ni hablando...

Éstas semanas han sido duras, extrañas, difíciles, pero a su vez bonitas... Dentro de lo que cabe, todo ha salido bien, he salido ileso y victorioso de las pocas batallas que he tenido, he vencido a la presión de los exámenes y a los madrugones, a las llamadas anónimas burlándose de mi por haber sido voluntario de la JMJ, al silencio de tu olvido... Y después de todo y justo antes de las vacaciones, el mejor año de mi vida está prácticamente cerrado, y aún falta ponerle el broche de oro con esta Navidad...

Los dos intentos de entrada que hice eran opuestos. La primera la podría añadir aquí y encajaría perfectamente, odio los lunes, todas las decepciones (o casi todas) que me he llevado este año han sido el primer día de la semana. Y desde luego, el lunes pasado me quemó mazo (hablando sinceramente). Pero debo evitarlo, debo superarlo. Estoy por encima de ello. Soy feliz. Tengo motivos para estar feliz, tengo todo lo que quiero y lo que necesito y más. Y esta navidad, volveré a vivirlo todo otra vez, volveré a acabarlo de la mejor manera posible...

El Evangelio de ayer, del cuarto domingo de Adviento, nos volvía a recordar la importancia, la repercusión, el sentimiento que puede tener un si... Y que mejor si, que el que dio María, al mismo Dios... Esta situación me impacta muchísimo, y significa más cuando estos días también discutía con un compañero de clase sobre el papel de María como madre de Jesús, me decía que ella era una persona más, una pecadora, como cualquiera a la que Dios se le presenta y le ofrece ser madre de su único hijo, al que entregaría por nosotros... Ese hágase en mi según tu palabra, esa valentía para asumir la voluntad de Dios, y dar su si al amor... ¿Qué persona hoy en día puede decir que está libre de pecado y asumir y aceptar lo que hizo María?
María nació sin pecado original, nació libre, candidata para esa gran responsabilidad por voluntad de Dios...
De repente se me ha ido la inspiración, y no sé que añadir, pero es una historia que por más que imagino...

Leyendo mis palabras no lo veo muy mal, y me alegra dedicar una entrada decente a la Inmaculada, después de no haber sido capaz de escribir sobre la vigilia, considero que tenía una deuda con los que me seguís...

Tengo intención de que no sea la última entrada del año, y poder hacer un resumen guapo guapo de este 2011, escribir un libro lo voy descartando, aunque no sería porque no he vivido cosas que no merezcan la pena guardar para la posteridad... Y después de estos 365 días, muchas personas han pasado por mi vida, me han enseñado cosas buenas, cosas malas, me han marcado, se han marchado, me han hecho sufrir, me han hecho aprender, y me han hecho mejorar como persona... Y desde luego, me han ayudado a encontrar el mejor camino, un camino cálido entre amistades, en valores, en espíritu, y sobre todo, más firme en la fe...

1 comentario:

  1. Un placer leerte cada vez que publicas, por eso te aliento a seguir en 2012 con ese don que has recibido.

    Ojalá que todas la luces, incluidas las de la Iglesia, nos hagan recordar que Belén significa “La casa del Pan” y que el pan de la eucaristía que vamos a recibir en el día de Hoy nos haga compartir y repartir el pan de la dignidad humana a todos los que nos rodean.
    Feliz Navidad.

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