miércoles, 22 de junio de 2011

Hagamos una pausa.

Y hoy me he graduado. La verdad, no es nada nuevo. Todo es exactamente igual. Si algo iba bien, seguirá bien, y si algo iba como el culo, seguirá yendo así... Y hoy haré un hueco, no para contar lo que ha pasado hoy, porque realmente no vale la pena, sino para reflexionar de nuevo... ¿De verdad te preocupabas por mí? No entiendo como hay personas que un viernes te dicen que vuestra amistad se ha acabado y que no hay nada que puedas hacer para salvarla, y el domingo, sin más, te preguntan que tal el fin de semana. La sensación no, el saber que se están riendo en mi cara no me enfurece, me decepciona. Porque esas cosas me las puedo esperar de cualquier tipo de gentuza de la que inunda mi vida, pero no de alguien que me ha sabido escuchar, que me ha sabido comprender, y que supo darme tanto, como para ahora mandarme a la mierda, y sin saber por qué... Y me callo. No digo más. Porque éste no es el lugar ideal para escribirlo. Pero yo ya paso de ser el tonto que se rebaje a iniciar un diálogo...

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