lunes, 13 de junio de 2011

Nunca debemos tirar la toalla...

La verdad, estoy muy contento de haber empezado a escribir en esta época. Porque todo lo que viene ahora, va a ser muy grande, y si no lo escribo, todos los pensamientos que puedan merodear por mi cabeza se perderían... 
El día de hoy me daba pánico. Lo llevaba esperando mucho tiempo, porque hoy me jugaba un todo por el todo. Necesitaba sacar más de un 6 para aprobar Química, tras un primer parcial que no se me dió especialmente bien. No suelo ser una persona a la que los estudios le den igual, aunque la mayoría de las personas que hablen conmigo, pensarán que sí, por esa tranquilidad con lo que me lo tomo todo, siguiendo la ley del ESTUDIANTE. ESTUdio el DIA de ANTES. Sin embargo, y tras llevar la ley del mínimo esfuerzo durante gran parte de la ESO, a partir del próximo año habrá que estar muchísimo más serio... El caso es que, tras sufrir la primera hora entre calambres y tembleques, el examen ha sido... No sabría definirlo. Yo me lo sabía todo, pero esa sensación, que sólo aparece cuando tienes toda la presión encima, ha hecho mella en mí, y ha dejado mi mente totalmente absorta a la realidad, rellenando el examen sin saber lo que estaba escribiendo, por instinto... Finalmente, lo he entregado ateniéndome a las consecuencias, recuperando la consciencia, y dándome cuenta de los múltiples errores que había cometido... Pero la suerte estaba echada..
Nos retiramos a educación física, mi cabeza seguía absorta, aunque conservaba mis sentidos, y Quintana se ha dedicado a darnos las notas medias de Educación Física, antes de ello, nos ha deleitado con una fábula...


"Os voy a contar una historia, silencio todos, ¿eh? ¡¡Qué os machaco!! Hubo una vez, que dos ranas estaban en una cocina, y se cayeron a un bol de nata... Las ranas estaban muy asustadas, ante la densidad del lácteo, y no podían salir de ella. Intentaron salir precipitándose hacia el borde, intentando pegar saltos, pero era imposible, estaban atrapadas como un beduino en arenas movedizas... Una de ellas, tiro la toalla, y le dijo a su compañera... 'Chica, yo me rindo. Estoy cansada de dejarme aquí la piel, y morir sufriendo... Prefiero irme de este mundo de una manera más relajada...'. Con lo que la rana dejo de moverse, y se sumergió hasta el fondo del bol en el que perdió la vida... Sin embargo, la otra rana no apelo a la intención de su compañera, que se empeñó en dejarse hasta la última gota de sudor de su cuerpo en intentar escapar de allí y conservar la vida. Tal fue su aleteo y sus ansias por salir de allí, que tras batir la nata con sus extremidades, la nata se convirtió en mantequilla, y tuvo la facilidad de salir del bol deslizándose... Ésta es una fábula que le leí anoche a mi hija, y que veía como mejor ejemplo para contaros... Aunque algunos hayáis suspendido, no tenéis que tirar la toalla. Tenéis que darlo todo, y no rendiros nunca, porque ante la adversidad, siempre hay posibilidades de poder salir de los problemas..."


Su narración me ha afectado bastante, a causa de la actitud pesimista que llevo arrastrando estos últimos días (véase mi entrada de tuenti del 12/6/11) y creo que se merecía totalmente ser narrada...
2 horas después, he recibido la nota de química, y tras tener la conciencia tranquila de que me había esforzado, junto con el miedo de no saber lo que me esperaba, he tenido la satisfacción de descubrir el 6,3 que más he celebrado en mi vida...

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